Raúl Anguita de La Parva: Pasión por la montaña

Mi relación con la nieve comenzó casi desde que nací, porque mi padre esquiaba, y era fanático. Aprendió a esquiar cuando era joven . Nosotros como familia empezamos esquiar en Antillanca. yo debo haber tenido 4 años cuando comencé. Era bien sacrificado porque Antillanca quedaba a 6 horas de Puerto Montt que era donde vivíamos. Era un viaje largo por camino de tierra en un Jeep willys con capota de lona, pero íbamos todos los fines de semana. Así mi papá y mamá nos inculcaron el amor a la nieve a mi y mis hermanos.

Yo tenía 10 años cuando toda la familia se vino a Santiago. Mi padre se construyó una casa aquí en la Parva en el año 1960. Habían muy pocas casas en esa época, porque la Parva fue fundada en el año 51 o 52 más o menos. Era algo absolutamente novedoso y con un camino complicado. En ese tiempo la gente que subía era porque realmente quería estar aquí arriba y disfrutar de la nieve tan cerca de Santiago. Nosotros comenzamos a competir desde chicos en diversas carreras y campeonatos nacionales, por lo que entrenábamos y corríamos en La Parva.
Cuando tenía 17 o 18 años en La Parva había un Francés, que fue el que comenzó la escuela de ski de La Parva a mitad de los 60. El era mi entrenador y entrenábamos en forma regular.

Tras salir del colegio, ya que en la Universidad duré muy poco pues en los inviernos me venía para arriba. A los 20 años tenía que ganarme la vida y eso significaba cortar el cordón con la familia.

No les gustó, y no los juzgo. Por mi parte era una situación de rebeldía. Me tocó vivir las tomas en las Universidades y después la parte de la unidad popular donde todo era posible y permitido. La rebeldía corría por las calles, la época Hippie y todo lo que significaba cortar con la convenciones era atractivo para uno que era joven.

Cuando me vine a vivir arriba , tenía que ganarme la vida. Entonces empecé a hacer clases como instructor de ski por ahí por 1974. Ya no pude seguir corriendo y compitiendo. Tras dos años me pasé a entrenador , trabajando con el club de ski de La Parva, que estaba recién naciendo.

Tras estar unos años de entrenador en La Parva me fui a España. Allá también me dediqué a entrenar. Después conocí a mi señora cerca de 1976 y nos fuimos a vivir a Andorra en el año 1982.

No, ella aprendió a esquiar mayor . Ella vivía en Aspen y tenía unas amigas chilenas. Eso motivó un viaje para Chile. Nos conocimos, y desde ahí todavía estamos juntos.

Porque aquí vivir de entrenador y vivir de la nieve era absolutamente imposible en esos años. Vivimos en Andorra hasta el año 1990, ese año me ofrecieron un trabajo en la gerencia aquí en La Parva.

Así es. Estuve en la gerencia hasta el año 94 , como gerente comercial, pero hice muchas cosas más aparte de lo comercial , sobre todo en la parte operacional.

Hubo un lapso de tiempo en el que quería ganar plata, para ello formé una empresa y me fui trabajar al norte, donde Soquimich comenzó su planta en el Salar de Atacama. El problema fue que para seguir trabajando en eso, tenía que irme a vivir a Antofagasta, lo que significaba eliminar la nieve. Tuve que decidir: prefería ser pobre con nieve que rico sin nieve.

No me puedo quejar, no es que sea pobre , pero evidentemente con los recursos que hemos tenido no hemos podido hacer muchas cosas, pero estamos sumamente agradecidos de todo lo que nos ha dado el ski. Hemos vivido en lugares maravillosos y toda la vida siempre ligados a la nieve.

Ahora hace más de 12 o 13 años que estoy haciendo doble temporada. así que llevo 26 inviernos seguidos. Estoy en la subgerencia operacional de La Parva. Estoy desde el comienzo de la temporada hasta el final. “Me entregan” el centro , yo “lo opero” y me reporto al gerente de operaciones, que es el que está todo el año, hace las mantenciones y hace todo. ( el jefe) . También me reporto con Thomas Grob por supuesto, ya que es el Gerente General.

Es muy gratificante. Me pongo los skis a la 8 30 de la mañana y me los saco como a las 6 de la tarde. Todo el día tengo que moverme y estar viendo sobre todo las partes de las máquinas, y de la preparación de las pistas. No hay centro de ski que sea exitoso que tenga malas pistas , esa es la base de todo lo que pasa aquí .
Los maquinistas se mueven mucho y hacen un trabajo largo , muchas veces 10 o 12 horas afuera en la noche. Otras veces menos porque depende de las condiciones , pero es un trabajo que requiere un cierto cuidado , un cierto cariño.
Además de lo anterior y de los esquiadores habituales, nosotros tenemos muchos equipos extranjeros que vienen a entrenar y en estos momentos, la pista de velocidad de la Parva es casi la única que hay operativa en el hemisferio sur. Nos están llamando de todos lados.

En este momento tenemos a los Austriacos y a los Americanos entrenando y a partir de mañana ya llegan los Franceses , Alemanes y suecos y más gente de academias de Estados Unidos. Después llegan los eslovenos así que estamos llenos , que es bueno por un lado pero no dejo de estar preocupado por la nieve. Pero hemos logrado sobrevivir en condiciones mucho peores que estas

Todo eso pasa por mí . Cada día a las 4 de la tarde tenemos una reunión con todos los jefes de equipo y se establece quien entrena donde y con requerimientos de que pistas pisar. Todo eso se organiza a las 4. Después yo me voy a la oficina y me junto con los maquinistas. Les entrego todo el detalle que hay que hacer en la noche, por ej : , hay que tapar aquí , hay que echar más nieve porque salieron piedras. Hay que limpiar el camino, vamos a tener que hacer una acumulación de nieve, vamos a hacer nevar en tal o cual parte para que quede bien para el fin de semana , etc, etc. Así hemos logrado cuidar ciertos lugares, ya que todos los días los esquiadores mueven la nieve a los lados y hay que regresarla adentro de las pistas.

En realidad hay algo compartido , porque el centro funciona y hay toda una estructura que ha sido creada por la gerencia operacional. Marcelo Scheihing que ha ordenado todo esto desde los últimos 6 años , le ha dado un carisma distinto y más profesional. Por ejemplo hace como 3 horas que no escucho la radio , nadie habla y eso hace años atrás no era así ya que hablaban mucho por la radio, señal de que había muchas cosas por hacer.
Mi pega es de alguna forma un control de calidad y de seguridad del centro. Por ejemplo Reviso que las pistas estén bien, que no haya basuras, que las salidas de los andariveles estén bien; si hay que detener un andarivel por viento también es mi responsabilidad, etc.
De esa manera podemos velar por la seguridad de los visitantes, ya que la seguridad lo es todo. Nosotros estamos transportando gente , miles de personas todos los días y están bajando por nuestras pistas y están confiando en nuestra señalización y nuestro trabajo.
También decidimos en la reunión de maquinistas donde hacemos nieve, eso es muy importante ya que es importante contar con buena area de nieve artificial.

Es importante en un grupo tan grande que las directrices sean claras y nosotros tenemos mucho cuidado. porque en la estructura hay un gerente operacional, hay un subgerente de operaciones y mantención , estoy yo que soy subgerente de operaciones de montaña y hay un subgerente de operaciones en la base. Entonces tenemos que coordinar muy bien porque por ejemplo cuando se detiene un andarivel por una falla mecánica yo no me meto, es ámbito del subgerente de operaciones y mantención, a mi me informan, pero yo no respondo por aquello sino el departamento de operaciones . Pero si hay que parar un andarivel por seguridad, por viento u otro , yo decido.
Tienen que separarse bien las funciones. Tenemos un equipo muy afiatado. Trabajamos muy en conjunto. Todas las mañanas, el gerente de operaciones lleva una reunión donde van el jefe del taller mecánico , el jefe de de los eléctricos , los supervisores de andariveles , el jefe pistero , el jefe de controles , los que hacen nieve , gente del Park , todos ellos todas las mañanas tienen una reunión , sobre una pauta que está establecida: clima , viento, carreras, etc. . Después cada uno tiene que decir lo que pasa en su área., la verdad hay mucho trabajo. Es sumamente importante que haya un equipo gerencial afiatado.
Es un trabajo que me gusta, creo que hemos mejorado mucho en toda la operación del centro.

Es sumamente importante, ha cambiado y ha ido mejorando como se cuida la seguridad y los procedimientos . Desde que yo estoy aquí he aportado con mi experiencia en los centros de ski de afuera. Como anécdota, hace años le sacaron una foto a un entrenador con 5 niños en la silla Alpha y le quité el pase por 2 semanas para que aprendiera. Ahora tenemos una operación mucho mas segura, pero ha sido sumamente difícil hacerle entender a la gente de esa parte

vivo en Canadá, resido 8 meses allá. Aquí llego al comienzo de la temporada. Me bajo del avión con mis maletas , me van a buscar, subo y trabajo. Aquí no tengo nada aparte de mis hermanos y amistades.

Mi hermano Felipe fue un gran esquiador, corrió en Descenso. Hoy sigue esquiando y sus tres hijos corrieron también .
Mi hermana Patricia, Siempre ligada a la nieve. Ex Directora de la Escuela de Ski de La Parva, y hoy Presidenta de la Federación de ski y snowboard de Chile. Sus dos hijos también corrieron por Chile.
Mi hermano Raimundo tiene problemas a la cadera pero igual esquía y hace clases. La única que dejó el esquí fue mi hermana mayor.
Mis hijos también corrieron por Chile. En un momento de los 8 o 10 integrantes que tenía el equipo nacional de esquí, 6 o 7 eran Anguita. Podría decirse que todos han estado ligados a la nieve.

Quiero destacar que es algo insólito pero una realidad, y que es difícil de solucionar, que con una ciudad de 7 millones de habitantes, un fin de semana haya tan poca gente esquiando. Me estaban diciendo los Austriacos que entrenan, que no era posible que esto sucediera con las condiciones de distancia con la ciudad de Santiago. Hay muy pocos lugares en el mundo así.