El tour andino de este año me llevó, junto a mis buenos amigos, a Portillo, Valle Nevado, Nevados de Chillán y La Parva. Y pasamos muy buenos momentos, exprimiendo todo lo posible la nieve que, a veces, no se dejaba esquiar tan fácilmente.
Portillo desde el aire
Pero el cierre de mi temporada austral fue un poco más al Sur. Más concretamente, en Volcán Osorno.
Allí, y a través de Esther, que esta temporada ha asumido la Dirección de la Escuela de Esquí fui recibido como uno más de esa gran familia que forman los trabajadores del centro.
En cuanto al esquí propiamente dicho, visité el volcán en un momento climatológicamente complicado. La zona baja estaba cerrada por falta nieve y la zona alta era castigada regularmente por fuertes vientos que obligaron a cerrar el andarivel superior y a veces incluso todo el centro.
Mi primer día, con el telesilla Glaciar cerrado, pasé un tiempo realizando ejercicios en el área de principiantes hasta que las ganas pudieron más que yo y me colgué los esquís a la espalda para subir y hacer por lo menos una bajada en condiciones.
El segundo día, con el centro cerrado por viento, tuve la oportunidad de experimentar de primera mano el trabajo de los operarios durante las revisiones de rutina que se le hacen a los andariveles... y experimentar lo que es subir por las pistas en una camioneta!
El tercer día fue sin dudas el mejor, con todos los andariveles abiertos y esquiando en buena compañía!
Y, cuando a Esther la llamó el deber y se bajó a dar clases...
Yo me dediqué a seguir esquiando!
Quería un cuarto día de esquí, pero el viento se encargó de cerrar el centro... ¿qué hacer entonces? Bueno, esquís a la mochila y a recorrer las pistas, que en ese momento eran sólo arena volcánica, hasta encontrar la nieve.
En mi camino pasé por uno de los cráteres que tiene el volcán. A este lo llaman "cráter rojo", no me imagino por qué
Unos cuantos metros más arriba, la nieve ya parecía esquiable y cuando estaba analizando cuánto más quería subir, una densa nube comenzó a reducir la visibilidad.
Así que fue el momento de ponerse los esquís y regresar a la base.