Técnica de baches

Los baches intimidan a muchos esquiadores; sin embargo, la cresta de una bañera es una zona del terreno menos empinada donde se frena mejor y donde, además, los esquíes pivotan estupendamente ¿para qué queremos más? El mayor problema de los baches es psicológico; es, ni más ni menos, que solemos verlos como un obstáculo, cuando las bañeras son todo lo contrario, son un lugar donde todo resulta más fácil. 

La mayoría dirá que sí, que a mi me la vas a dar, Carolo, pero bueno, si uno no se lo cree que baje muchos baches haciendo lo que sigue y seguro que al final me dará la razón, je. 

Como decíamos, cuando estamos en lo alto de una pista de bañeras la primera impresión que tenemos es la de toparnos con un montón de obstáculos que no sabemos cómo vamos a sortear. Lo primero es pensar que los baches se forman por el paso de los esquiadores, o sea, que por donde han pasado otros es seguro que, tarde o temprano, más rápido o más despacio, también podremos pasar nosotros. 

Lo segundo es tratar de llegar al bache con el bastón antes que con los esquíes. Ello no es del todo posible, pero intentarlo me dará una actitud de anticipación y, sobretodo, me permitirá recuperarme mejor de la posición. Esto último es lo realmente importante; en las ondulaciones lo difícil es mantenerse más o menos centrado, por eso, como es seguro que me desequilibraré, debo asumir que en cada bache tendré que recuperarme y, para eso, lo mejor es clavar muy adelante utilizando muy activamente el bastón. 

A los principiantes se les suele insistir mucho en la absorción, pero si no anticipamos y no somos capaces de mantener o recuperar la posición, absorber perfectamente no nos servirá de nada. Eso pasa en cualquier vehículo, lo primero es estar bien colocados y, luego, tratar de conducirlo o dominarlo. Por eso seguiremos pensando en la clavada y, antes de llegar al bache, ya estaremos pensando en el siguiente y le estaremos lanzando el bastón. Si me empeño en llegar con los bastones antes que con los esquíes, siempre tendré una buena actitud hacia la línea de máxima pendiente y, no sólo iré más adelantado como decía antes, sino que iré encadenando un bache tras otro y descubriré - ¡magia! - que acabo de dar un extraordinario progreso: quizás no absorba bien, quizás vaya feo o despendolado, pero seré capaz - más rápido o más despacio - de mantenerme en la pista de baches que es lo que pretendo ... de momento. 

Cuando he descubierto esto, ya estoy preparado para aprender a absorber y para depurar mi técnica, pero esto será el tema de la semana que viene. 

La semana pasada no quedamos bajando por una pista de baches con no muy buena técnica, pero al menos con una buena actitud hacia la pendiente. Cuando ya somos capaces de ir de cara a la pendiente y encadenar una bache tras otro gracias a la acción de los bastones - aunque sea malamente - es cuando estamos preparados para mejorar la técnica e ir, poco a poco, aumentando la velocidad y la dificultad. 

Para ello será necesario aprender a absorber aunque, en contra de lo que piensa la mayoría, en los baches no se baja siempre absorbiendo, sino que si vamos muy despacio, se puede perfectamente esquiar en flexión–extensión sin necesidad de amortiguar. Absorber es cuestión de velocidad e, igual que en la pista lisa, si bajamos despacio tendremos que usar una extensión para iniciar cada viraje. Sólo cuando se baja rápido es realmente necesario absorber y utilizar una técnica más depurada. 

Al hilo de esto, para aprender a bajar bien baches es muy importante dominar ese giro corto que se hacía antiguamente con los pies juntos y por flexión-extensión: flexiono derrapando hasta apoyarme y, para iniciar la otra vuelta, hago una extensión pivotando planos los esquíes. Esta forma de esquiar hará llevarse las manos a la cabeza a cualquier ortodoxo moderno y nos dirá que así no se esquía, que eso está mal y no se qué más, pero al que mantenga esto, que trate de bajar los baches a saco haciendo carving y que luego venga y nos lo cuente.... hay que meterse algo en la cabeza: en los baches la prioridad no es conducir ni acelerar, sino mantenerse equilibrado, con la velocidad controlada y con los esquís en contacto con ése terreno cambiante e irregular. 

Como iba diciendo, al principio bajaremos flexionando progresivamente y derrapando por la ladera de la bañera – arañando la nieve - hasta apoyarnos en la cresta del bache; llegados aquí, haremos una extensión para iniciar la vuelta y hacer apuntar las espátulas hacia la siguiente bañera. A medida que vayamos aumentando la velocidad notaremos dos cosas: primero que la flexión será cada vez más pasiva y que la propia ondulación me obligará a hacerlo para absorber, o sea, no tendré que preocuparme de flexionar y girar, sino que el propio bache lo hará por mí. En segundo lugar, que necesitamos una extensión cada vez menor para iniciar el viraje y que, llegará un momento, en que esta extensión no será ya necesaria para iniciar la vuelta, pues el simple hecho de que mi torso mire hacia el siguiente bache (ya que le estoy lanzando el bastón en ese justo momento), hará a los esquíes dirigirse hacia él en cuanto sobrepasemos el de arriba. 

Aquí es donde viene lo bueno, ya que como hemos repetido mucho los gestos los tendremos automatizados y, la extensión que antes usábamos para pivotar en lo alto de la cresta del bache, ahora la utilizaremos para seguir manteniendo los esquís en contacto con el suelo; por lo que la primitiva extensión se habrá convertido ¡magia! en distensión. Sin darnos cuenta, aumentando progresivamente la velocidad en los baches, habremos aprendido la técnica de la absorción distensión de forma espontánea, sin que nadie haya tenido que darnos instrucciones complejas ni hacer ejercicios raros para ello. Esto tiene una explicación sencilla: si uno, en lugar de preocuparse mucho por la técnica, piensa más en las sensaciones y en los fines que persigue, adquiere las destrezas inconscientemente, porque la técnica no es algo artificial o una invención de los entrenadores o los libros, es, simplemente, la manera más funcional que encuentra el cuerpo para desenvolverse en cada circunstancia. 

Esto ocurrirá, por supuesto, si tenemos claro que vamos “pensando” cuesta abajo y buscando la centralidad, atacando para ello con el bastón sin nunca olvidarnos de distender enérgicamente las piernas para que hagan de amortiguador. Lo que no es poco, je, je, pero entrenando mucho, pasito a pasito... 

 

Como vemos en la figura, el capítulo de hoy se resume en el aprendizaje de los mecanismos de amortiguación. El movimiento de las piernas es lo que nos permite, en suma, mantener ese equilibrio y ese contacto del que hablamos tanto. Por ejemplo, lo típico es que cuando un ha llegado a una bache y lo ha absorbido, se olvide de la distensión y se quede agachado; en esta posición es difícil moverse y el centro de gravedad se desequilibra pero, sobretodo, cuando uno llega al siguiente bache no tiene recorrido en las piernas para amortiguar. El movimiento vertical de las piernas tiene que ser, pues, muy activo, pero creo, no obstante, que no hay que obsesionarse con la técnica de la absorción, pues se aprende de manera natural con la práctica, si uno tiene claro que la prioridad es permanecer equilibrado. 

Cuando somos capaces de hacer lo que sale en la foto, esquiar centrados, paralelos a la pendiente, con gran anticipación del bastón, entonces ya podemos empezar a pensar en otras cosas más espectaculares como bajar a capón, je, je. Hasta la semana que viene. 

La semana pasada hablábamos de la amortiguación. Para bajar a saco hay que haber desarrollado muy bien estos mecanismos o al tercer bache iremos volando y difícilmente mantendremos el control. Pero la amortiguación es algo muy complejo y cuando uno va muy rápido no tiene mucho tiempo de pensar; por eso, en los baches, para no olvidarnos de estirar las piernas, un truco fantástico es concentrarse en esquiar bien alto - de pie -  lo que facilitará enormemente que absorbamos bien. 

Hable uno con un entrenador de baches francés, americano, sueco o suizo todos coincidirán en lo mismo: en los baches, cuanto más alto se esquíe, - cuanto más de pie - mejor. Esto tiene varias explicaciones. La primera, la mas obvia, es que cuanto más de pie vayamos más recorrido tenderemos en los amortiguadores para absorber. La segunda es que gracias a eso, si nos empeñamos en seguir de pie tras cada absorción siempre mantendremos el contacto con la nieve, es decir, no sólo amortiguaremos mejor, sino que por llevar los esquís pegados al suelo podremos controlar mejor el vehículo. 

Pero hay una tercera razón que es casi la más importante, y es que cuando más de pie vayamos más centrados esquiaremos. Y eso ¿por qué? Sencillamente porque el cuerpo está diseñado así para caminar o mantener la posición bípeda, y las masas están distribuidas de tal manera que cuando uno se pone de pie tiende a irse hacia delante. Comprobar esto es muy sencillo: cuando uno se agacha tiende a irse para atrás y, en cuanto se pone de pie, la masa del cuerpo se desplaza hacia delante. Como esquiando y, sobretodo, bajando baches, la tendencia es quedarse retrasado, cada vez que estiremos las piernas y tratemos de ponernos bien de pie, nos recuperaremos de la posición, pues nuestro cuerpo se adelantará. En conclusión, si uno siempre empieza un carril de baches con la determinación de ir bien de pie, se retrasará menos y tendrá la mitad del trabajo hecho

La actitud, por tanto, del que comienza un carril de baches debe ser muy arriba y con mucha anticipación en los brazos. Si comenzamos así es posible que descubramos que todo es más fácil, pues cuanto más de pie será necesario flexionar menos para absorber y, sobretodo, será más sencillo mantener y una posición centrada o, mucho mejor, al ataque y adelante. En los baches todo ocurre muy rápido, por eso es necesario concentrarse en cosas simples como ésta y, no olvidar nunca, que hay que atacar: si vamos a la defensiva nos las darán todas. 

Y bueno, el tema es muy extenso y por hoy no tenemos espacio para más, no obstante, os mando a un link donde encontrar una ficha sobre los errores más comunes en los baches y sus posibles soluciones. http://www.esquiarconlospies.com/ficha.htm (el desplegable no funciona, así que hay que irse abajo para ver la ficha). 

¡Buenas huellas! 

Carolo © 2002

1 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    12/09/2007 12:48
    #1
    Disculpen, lectores, si este texto contiene algunas lagunas, pues se trata de una serie de articulos publicados en 2002 durante distintas semanas. Los hemos unido todos y resumidos aquí para facilitar al lector su búsqueda y su lectura.

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