Las aerosillas del centro de esquí Los Penitentes se encuentran clausuradas. Esta clausura se origina en una serie de informes que la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) elaboró para el Gobierno de la provincia de Mendoza en el último tiempo. MDZ accedió a uno de esos documentos, en el cual se detallan falencias muy importantes en materia de seguridad y mantenimiento, tanto en los medios de elevación como en las pistas.
El grupo de Diseño y Desarrollo de Máquinas y Equipos de la UTN (Dideme) sugirió al Ente Mendoza Turismo (Emetur), en el informe emitido el 7 de junio pasado, que las dos aerosillas de Penitentes (Pircas y Punta Guanaco) no fueran habilitadas para trasladar personas.
Entre otros argumentos, el Dideme señaló que no había registros de que se hubiera realizado una Gran Inspección del estado de estos medios de elevación, por lo menos, desde 2013.
En el Emetur dan un dato peor aún. Marcelo Reinoso, director de Calidad y Servicios Turísticos, sostuvo ante la consulta de MDZ que "las aerosillas de Penitentes no fueron sometidas nunca a una Gran Inspección". Pircas y Punta Guanaco tienen más de 35 años de antigüedad.
El Emetur prácticamente ya le bajó la persiana a Penitentes: las aerosillas cuestionadas no se pondrían en marcha esta temporada. Sólo se podrían emplear en lo que resta del invierno los cuatro "medios de arrastre" (denominados pomas) que tiene el complejo para trasladar a los esquiadores a algunas pistas. Pero hasta eso está por verse.
Telesillas dañadas, falta de personal y pistas sin seguridad
El informe de la UTN detalla que no hubo un "plan de mantenimiento preventivo anual" de las aerosillas y que, para el manejo de las pistas, "no se presentaron registros de capacitación 2018, ni de reentrenamiento de personal de operación".
En otra parte destaca que, si bien hay un encargado de control de avalanchas, "el mismo no posee el certificado de habilitación de Anmac para tenencia, almacenamiento y manejo de explosivos". La Anmac es el organismo nacional que controla y fiscaliza la aplicación de la Ley Nacional de Armas y Explosivos (27192).
Señala luego que los administradores de Penitentes "no han presentado procedimientos de rescate y evacuación" y que, respecto de los medios de elevación, el personal de mantenimiento directamente no se encuentra en el lugar.
La descripción que hace el Dideme sobre el estado de las aerosillas es muy gráfica. "Se observaron signos de corrosión y fisuras en la columna de reenvío de la telesilla Pircas", advierte el informe. Dice también, al respecto de estos aparatos, que no se ha encontrado "documentación sobre mantenimiento de cables, perchas y sillas" y que tampoco hay registro de "ensayos del sistema de suspensión (torres, balancines y poleas)".
Sobre las pistas, el informe remarca que "no hay balizado perimetral de zonas esquiables, no hay redes de contención y las columnas no poseen protectores acolchados".
Por otra parte, señala que el centro médico tiene un médico, personal y equipamiento de primeros auxilios, pero no un sistema de "atención-internación". O sea que, de haber un accidente grave, el complejo debería trasladar sí o sí a los heridos al hospital de Uspallata, que está a más de 60 kilómetros de distancia.
"Hay escaso equipamiento de rescate en telesillas, mal almacenado y organizado", dice más adelante el informe, y sostiene que "no se encontraron registros de capacitación del personal en temas de rescate y primeros auxilios".
Casi sobre el final, los responsables del informe hacen hincapié en un episodio del que fueron testigos a comienzos de junio. "Se procedió al transporte de personas en la telesilla Pircas, con un contingente de turistas de Buenos Aires y Brasil, sin tener las habilitaciones del representante técnico", señalan.
Es casi el broche de un texto que afirma también que "no se constata que los profesionales responsables concurran a menudo al centro de esquí".
La guerra en la familia López Frugoni
El Emetur dice que tiene cuatro informes de la UTN en total sobre las telesillas de Penitentes y que todavía hay contactos entre técnicos de la universidad y de la empresa para tratar de solucionar problemas. Sin embargo, hasta ahora, los responsables privados de su manejo siguen sin dar garantías que permitan habilitarlas este año, ya que se debería "desarmar partes y verificar materiales" en plena temporada.
Explican en el organismo oficial que el grupo Dideme de la UTN se ha encargado de realizar varias auditorías externas sobre medios de elevación para el Gobierno, no sólo en este centro de esquí, sino también en Los Puquios y Las Leñas, los cuales sí fueron habilitados.
Al margen de las deficiencias técnicas y operativas, la relación con la parte privada que opera Penitentes es complicada desde todo punto de vista. La familia López Frugoni controla el complejo desde hace décadas, pero en los últimos años, los cinco hermanos se dividieron en dos bandos y llevaron su conflicto a la Justicia. Esa batalla está lejos de terminar.
A raíz de la pelea, el control de Penitentes está en manos de una intervención judicial que designó como gerente a Rodrigo Guevara Civit. Una parte de la familia López Frugoni cuestiona a este gerente y a dos colaboradoras suyas. Y el Gobierno también: lo acusan de haberse ocupado muy tarde de los preparativos para esta temporada invernal.
Para el director Reinoso, de Emetur, "los administradores actuaron con impericia" ante la novedad de la nieve, que no apareció en el invierno pasado. Pero el panorama actual es consecuencia de una historia acorde. El funcionario dice que en 2016 hubo una visita al complejo de enviados del grupo austriaco Doppelmayr, que fabrica telesillas. Probablemente fue una oportunidad para mejorar el equipamiento de Penitentes, pero que quedó en la nada, ya que después estalló la discordia en la familia y vino la intervención.
El Gobierno es muy crítico con quienes manejan Penitentes. Sin embargo, cometió al menos un error. En abril había decidido no prorrogar el antiguo contrato de Penitentes, pero luego aceptó extender el vínculo con sus operadores hasta fin de año. Si tenía alguna opción, hoy debe estar arrepentido de lo que hizo.
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