Como el anterior post basado en uno de mis vlogs de Youtube tuvo buena acogida, os vuelvo a contar un poco más sobre cómo son mis viajes cuando voy a grabar.
Subir a Formigal el viernes y volver el domingo es algo muy común para el esquiador de Madrid, y yo todavía no lo había experimentado. Siempre cogía algún día suelto de vacaciones para irme al Pirineo al menos 3 días y poder disfrutar un poco más del tiempo. Esta vez tocó agarrarse los machos y ponerse al volante para una visita express.
La mejor manera de ahorrarse los atascos de salida hacia el norte en Madrid, es pasar por caja y pagar el peaje de la R2. Sabiendo que es para ir a esquiar, duele menos. Llegamos en unas 5 horas, sin prisa. Cenamos y me puse a organizar. Preparar la mochila para un día de esquí es fácil, preparar las cosas para un día de grabación en la nieve no tanto. Normalmente la rutina implica:
- Cargar baterías de las dos cámaras, la de vídeo y la GoPro.
- Comprobar que las tarjetas de memoria están vacías.
- Cargar el Karma Grip y el dron.
- Pensar que accesorios voy a necesitar: montura de bastón, montura de correa para la mochila, palo selfi.
- Decidir que mochila llevo y como demonios meter todo dentro.
Esa noche cayeron unos 10 cm, con mucho viento y sin saber muy bien las condiciones previas, la cosa pintaba muy bien en pistas, pero algo peligrosa fuera. Efectivamente, había riesgo 3 de avalanchas, pero ya sabemos que eso no asusta a nadie en las estaciones y desde primera hora, todas las palas con algo de polvo estaban siendo explotadas al máximo.
Con todo listo, a las 9 estábamos desayunados y vestidos aparcando en Sextas. Cogimos los trastos y nos subimos en la silla. En cuanto llegamos al valle de Izas, las pocas nubes que quedaban empezaron a disolverse, el sol empezó a brillar y ya no volvería a cubrirse en lo que quedaba del día.
Para grabar de forma estática, uso una cámara sin espejo, con formato de cámara reflex y un trípode de viaje plegable. Sin embargo, encuentro que gracias al estabilizador cada vez uso más la GoPro para grabar imágenes para los análisis de estaciones. Al estar completamente estabilizadas, y usando el modo lineal que quita el efecto de ojo de pez se consiguen imágenes muy chulas, siempre que se esquíe sin cambios bruscos de dirección. La idea era ir grabando hasta Portalet con la GoPro para tener imágenes desde las sillas y de las pistas, y volver grabando con la cámara grande.
Cruzamos el valle de Anayet y llegamos a Portalet. Llegamos a grabar la ratrack, pero no había tiempo para esperar la cola, tendré que volver entre semana. Sí que pudimos no obstante, pararnos a grabar algunos recursos a 240fps para poder darle algo más de gracia al vlog. Con suficiente luz, la nitidez de cada fotograma es excelente para sacar una captura de la acción en el instante perfecto. Para estas tomas, mejor usar el palo selfi, se puede acercar la cámara lo suficiente sin ponerse en riesgo y es fácil dejarla lista para que me puedan grabar otros.
Además de grabar para el análisis de la estación, estuve grabando imágenes para un review de material, en este caso de una máscara de marca Hamswan, que es de las más vendidas en Amazon. Me he propuesto hacer análisis de material low cost, ya que a menudo recibo cuestiones sobre equipo barato y tengo ganas de ver si está a la altura. Para esta ocasión, una bajadilla fuera pista, la GoPro en el bastón y listo.
Después de un bocata en Anayet, tocaba volver grabando, así que trípode y cámara en una mano, bastones en otra, y a buscar buenas tomas de la estación, los remontes y la gente disfrutando del magnífico día. Llegamos a Sextas casi a las 4:30, vuelta para el hotel y a preparar el próximo día.
Una de las cosas que menos me gusta de grabar, es que no puedo llegar, darme una ducha e irme a dar una vuelta. Toca sacar los vídeos, vaciar tarjetas, pasar al disco duro externo, revisar que más o menos todo haya quedado grabado bien, y de paso sacar alguna captura para subir a redes sociales.
El domingo fuimos a conocer la zona de Panticosa. El parking ya estaba casi lleno a las 9, pero encontramos sitio. No conocía esta parte de la estación y me pareció que está en un entorno aún más espectacular que Formigal. El valle de Sabocos me dejó enamorado, pistas de mucha inclinación y alta dificultad junto con fuera pistas muy apetecibles, tengo ganas de volver.
En este valle me paré a grabar la parte contada del vlog, con la GoPro y el micro normalmente la cosa queda bien, pero en este caso, algo de viento debía de entrarme justo por la solapa al micro y se quedó todo grabado con muchísimo ruido. La bajada siguiente, grabamos para el análisis y la cosa quedó bien.
Grabamos lo que pudimos, ya que las colas se hacían bastante más pesadas con los remontes más antiguos pero disfrutamos de otro día de sol sin una nube, y nieve deliciosa. Ya cerca de las 3, tocaba recoger y salir pitando. Me esperaba un gran atasco hasta llegar a la zona de autovía en Huesca, pero cuando vi la cantidad de gente comiendo en las terrazas entendí que la gente prefiere comer tranquilamente al sol de enero y luego ya si eso, cogen el coche.
Este ha sido mi finde, de hecho, llegué a casa a las 20:30 y a las 23:00 me tocó empezar a currar. Hoy escribo cansado, pero contento con el vídeo que hice, y con las tomas que tengo para futuros análisis.